sábado, 22 de enero de 2011

Toda la culpa del hombresiestabducidor

Un balneario detenido, suspendido en algún punto del tiempo y del espacio. En algún punto dulcemente melancólico del tiempo y el espacio. Unas gordas en bermudas que te abducen si te distraes. Unas gordas y yo. Y todo el tiempo del mundo en algún punto del espacio para leer sin fatigarme. Eso. Después de todo, es lo que hago desde niña cada vacación. "Hacer siempre lo mismo esperando resultados diferentes es la neurosis" me contaron que le dijo el guardavidas de la pile de Fran a Fran. En el balneario en suspenso, en ese, no hay guardavidas y quizás yo haga siempre lo mismo porque me gusta o porque me pica.

El balneario en puntos suspensivos es adorable y somnífero a la hora de la siesta. El hombresiestabducidor como las gordas pero encantador, claro. Tormentas de arena también hay y tres elefantitos africanos dibujados que ojalá fuesen míos para poder regalárselos a alguien que los necesite mucho, que los necesite en serio, que sea cosa de vida o muerte. Y mil veces la canción de Marco Antonio Solis en la radio del locutor con voz nasal del balneario congelado. "No hay nada más dificil que vivir sin ti" a grito pelado y muerta de risa.


Y "Que grosa Romina Paula lo que hizo con esa canción en el Tiempo todo entero"

De vuelta en Buenos Aires, buscando otra cosa, me encuentro con Romina Paula y ella en ciento veinte páginas me rompe el corazón con sutileza cirujana:

"De haber sabido que no era posible reencarnar siempre en uno mismo, no me hubiera sentado en el baúl del auto, ni pintado los labios de la muñeca de plástico con marcador naranja en el pequeño jardín de adelante"

Ni me hubiera cortado el flequillo cuando tenía ocho o nueve años, ni hubiera roto el Donkey Kong Jr. para ver cómo era por adentro, ni lo hubiera querido tanto.

"Creí que sabias que yo sí valoro las palabras, no sólo las valoro sino que las recuerdo y las colecciono, las colecciono y las cuido, cuido de ellas y por eso te pediría que en ocasiones futuras recurras a ellas con más cuidado, con muchísimo recaudo, porque si no pesan, pesan sobre nucas cual quilates de ansiedad, ansiedad y atropello y un cariño tan pero tan atropellado"

Aunque quizás no fue Romina Paula, quizás fue alguna otra cosa, algo que pasó mientras dormía.