domingo, 27 de marzo de 2011

hablar de amor con el océano en el medio 2

barcelona 2008


Hace unos días sueño, sin saberlo, el sueño recurrente de M: “M. vuelve a vivir a Buenos Aires y está triste, yo lo consuelo en la casa de su mamá, que está -o eso me parece- exactamente igual que hace 15 años atrás”

En una de nuestras charlas con el océano de por medio me entero de que mi sueño era su sueño de angustia repetido. Superada la sorpresa M. me dice: “Bueno, ahora contame vos tu sueño recurrente y te lo sueño yo por algún tiempo”

Y por un segundo hay algo del encuentro amoroso -amistoso en este caso, pero ¿cuál es la diferencia?- con el otro que se me aclara o que entiendo con el cuerpo: Instantes de sincronía donde aparentemente es posible intercambiarse los malos sueños, donde el otro te libera -por algún tiempo- de tus más horrendas pesadillas.

lunes, 21 de marzo de 2011

el kit de meli



Tengo derecho a una llamada!? Si es asi, un teléfono con crédito y que sólo tenga los números de las personas adecuadas (los amigos antisismos :D)
Muchas fotos de buenos momentos!
Un buen libro
Muchos sudoku
Algun abrigo
Chocolate con leche (XL!!!)
Una cenita brujeril
Hojas lisas, lapices de colores y alguna lapicera

jueves, 17 de marzo de 2011

mi otoño de hoy, mucho mejor que el de ayer

Definitivamente, si.

Marzo entre nosotros y después de cuatro años de más o menos lo mismo, entiendo cierta ritualidad.

Hoy volvió a verme F. después de sus vacaciones. Él las pasó en el zoológico o eso me dice: “En las vacaciones fui al zoológico”  y es inevitable no imaginar toda su flacura durmiendo entre jirafas. En el fervor del reencuentro, él se olvida de su convicción de que la tontería de los besos y los abrazos es cosa de chicas y nos dejamos abrazar levemente emocionados:

“Hace como mil años que no te veía”
“¡Ay, Eugeniaaanooooexagereees!”

Y es increíble, pero F. sabe cómo seguir y para mi sorpresa retoma en el mismo punto en el que habíamos dejado la última vez que nos vimos, antes de que él se durmiera entre animales y antes de que a mí, bueno, antes de que a mí me envolviera el verano.