martes, 7 de agosto de 2012

subterránea

"Recién, distraída leyendo, pensé que mi compañero de asiento en el subte tenía una crisis de espasmos rítmicos. Pero no. Cuando levanté la vista descubrí que leía con su cuerpo un anillado enorme de partituras musicales"

"Hace un rato mientrás bajaba a las profundidades de la estación callao de la línea d, veo vacilar a una señora que subía en la mitad de la escalera. Ya de espaldas, escucho qule le dice a otros que bajaban:
-Perdón, por acá ¿es del otro lado?"

Odio en el subte
El tiempo que tardo sistemáticamente en encontrar la tarjeta sube adentro de la cartera
La inmediatez con la que encuentro cuando no tiene saldo
El juego (asesino) de la silla en la estación Congreso de Tucumán
La violinista celta

Amor en el subte
El eufemismo para la higiene personal de la vendedora de carilina
La sincronía cósmica de tomarme, cada tanto, el mismo vagón que el Sr. que mira “24” por la pantalla de su celular
Mirarse y dejar de mirarse con alguien por dos o tres estaciones

‎//9.00 am: Subte que se interrumpe en la mitad del recorrido. Lluvia. Medios alternativos de transporte colapsados // Estudio de Campo: Fingir felicidad hasta la demencia. Dedicar sonrisas buscando contacto visual con la multitud enajenada // Resultados parciales: Casi la totalidad de la muestra permanece imperturbable, con o sin contacto ocular. Un bajo porcentaje devuelve la mueca (sonríe) con o sin comentarios. Un más bajo porcentaje aún farfulla De qué se ríe o similar. Un mínimo porcentaje de la muestra no se computa porque la investigadora le sonrió a un antiguo conocido sin darse cuenta, lo que desencadenó una serie de hechos que no vienen al caso // Apuntes a considerar de la posición del investigador: ¿Defensa maníaca o un poco de sadismo?"

"Hoy, en el subte, un sr. al lado mío subrayaba párrafos de las cartas de lectores de su diario. Me caen bien los subrayadores, incluso cuando la tarea es tan efímera como la de mi compañero de viaje. Voy armar un club de subrayadores. Ese Sr. va a ser el Presidente y yo su Secretaria."

"Subte D, regreso a casa: Yo de este lado del mundo, más acá del molinete, mi subte llegando al andén, buscando frenéticamente mi tarjeta en el universo imposible de mi cartera. Él -desconocido- de aquel lado del mundo, más allá del molinete, se da vuelta y con su tarjeta me invita el viaje, me sonríe y desaparece - Breves historias de amor en transportes públicos"

"‎8.30 am, subte linea D, cabecera: En el instante de apertura de puertas, cuando un montón de enajenados se humillan entre sí para conseguir un asiento, un pibe atrás mío silba con virtuosismo la canción del Llanero Solitario"

"Todo el vagón del subte para mi. Voy hacer un show de tap entre las estaciones Congreso de Tucumán y Juramento. (Los Guerreros del Lucro Cesante adoramos los feriados)"

‎"Había ligeros zumbidos que cruzaban como alas por encima de su cabeza. Y el ruido de las poleas de la noria. El rumor que hace la gente al despertar Pedro Paramo se termina en la linea d de subte, un feriado"

"‎8.30 am Línea D: Un auténtico perjudicante -como diría la abuela de MG- de mediana edad y pletórico de salud, empuja a un colectivo de damas (en el que me incluyo) para obtener un asiento. Absolutamente impune en su accionar, para resumir digamos que usa los codos. Me indigno hasta que un texto reordena mi universo. Mañana puchero del 25 en caballito. Confirmar presencia para cálculo de huesito caracú"

"Entonces, la historia es más o menos asi. Voy en el subte, recién. Al lado mío un pibe con su hija de 3 años. Juegan. Juegan a algo claramente repetido infinitas veces. Ella le agarra la cara, aproxima su oído a la frente de él y dice: Mmm… tenés la cabeza llena de…y gritando: ¡Seeñoooraaas! Para después seguir bajito: Tenés la cabeza llena de… heladeras-elefantes-palabras…"

"Recién en el subte un Sr. -al que no le bastan sus lentes- usa una lupa de inspector para husmear en su celular, cuando concluye cierra el aparato y lo guarda en uno de los bolsillos de su camisa, en el otro introduce cuidadosamente su lupa"

El panfleto del Lic. Grimoldi en la línea B: "El mito de la mujer fatal, la fémina que arrastra a los hombres a precipicios de locura y perdición, es totalmente falso. Es la fábula inventada por los hombres inseguros y débiles que desearían sentirse Superman con la Mujer Maravilla"

martes, 31 de julio de 2012

Inauguración "Muy New York" en Petit Gallerie

"Petit Gallerie no es una galería"

Tengo una debilidad especial por las personas y las cosas que se definen por lo que no son. Así. De pura contrera nomás.

"Petit Gallerie es la acción de arte de tres artistas visuales. Con la colaboración de los artistas que participen, la acción será instalarlas de modo que conformen una obra única" "Todas las muestras serán colectivas"

Provengo de una familia numerosa. Me sientan bien las pequeñas muchedumbres. Quizás, es cierto, porque no me quedó otra, la cosa es que me acomodo fácilmente en los colectivos. Puedo observar lo que me plazca. Puedo hablar. Puedo callarme. Puedo desaparecer. Puedo creerme la reina de la fiesta. Puedo irme sin ser vista. Puedo quedarme.

Un mismo soporte para un montón de gente diferente. Un almohadón. Una hoja de carpeta. Una bolsa de papel madera. Y la locura explosiva de encontrarse con lo más absolutamente singular partiendo de lo mismo. La potencia de la sorpresa.

Las convocatorias de Petit son diversión seria y generosa.

Y eso, a esta altura de la noche, se agradece infinitamente.


Las imágenes que siguen son de la inauguración del 29 de Julio del 2012, tomadas por Luli Q.











sábado, 21 de abril de 2012

desprenderse

"Espacio de arte y psicoanálisis en el Siglo XXI"
Martes 24 de abril de 19.30 a 22.30
Bolivar 1717


jueves, 1 de marzo de 2012

los albinos según R.


Finalmente R. se adentró en La Cueva. Él se fascinó con el Epílogo (que para mí continua algo inasible, como lo que me hizo llorar) y se enojó con los franceses (retomando una discusión que había tenido yo con M. un tiempo antes, cuando todavía estaba demasiado implicada en lo que había visto como para poder escuchar)

Cuando salió de La Cueva, me mandó un mail larguísimo titulado “Albinos” y al otro día un mensaje de texto que decía “Sos la más albina de tu familia” y no había ninguna duda de que se trataba de un piropo.

Para R. los cocodrilos son Herzog, el amante de lo deforme, de los enanos, de las excepciones, el amante de la locura. “Tan únicos, tan delirantes, tan bellos como los que pintaron las cavernas” Los cocodrilos albinos son, para R., obra de arte. ¿Cómo no iba a ser un piropo que me dijera albina?

Y después estuvo su enojo, claro, que abrió para mí una perspectiva distinta. Y es interesante porque R. divide el mundo en dos y sin embargo su ordenamiento no es reduccionista, no es simple. De un lado la invención, la creación; del otro la atribución de sentido, la explicación, la interpretación: “El que no representa, el que no juega el juego de la creación, juega el juego de la interpretación y cuando interpreta, interpreta para el poder”, para tenerlo, agregaría yo.

El enojo de R. es un enojo apasionado, contagioso. Se detiene en la insistencia de los franceses en “adueñarse otra vez del conocimiento, casi como hacen los yanquis con E.T. o los ingleses con los griegos”. Y se pregunta: “¿Qué más hay que pensar frente a esas líneas hermosas? Hay que llorar y listo. Es como un velorio. ¿Qué importa ya de qué se murió el muerto? ¿Cómo elevan un hecho más que nada sensible, una experiencia física, intentando intelectualizarla, desmenuzarla con la ciencia para poder tolerarla, para poder entenderla? ¿Se puede entender la muerte? ¿Se puede entender el misterio de la belleza?”

Yo le contesté que la peli trataba de eso para mí, de los límites del discurso científico para explicar lo que excede por mucho a las palabras, del encuentro de la ciencia con su imposible, pero que en realidad la ciencia también estaba hecha de relatos y que entonces de lo que se trataba era de los límites de cualquier ficción para explicar eso que él llamaba el misterio de la belleza o de la muerte.

Y entonces es como él dice, lo único que queda es “mirar esos trazos mientras te das cuenta que la idea de que el hombre progresa, evoluciona, es mentira. Eso dicen esos dibujos, que el arte no mejora con el tiempo, que esos dibujos no son menos bellos que un Da Vinci, ni más bellos que un Warhol. Son igual de provocadores de la experiencia de la belleza”
Parece que sí, es cierto, solo queda conmoverse. Llorar o reírse a carcajadas, o todo junto, como prefieran.

martes, 24 de enero de 2012

los sueños olvidados


Jean-Marie Chauvet buscaba cuevas porque era espeleólogo y eso hacen los espeleólogos. Eso hacía el 18 de diciembre de 1994 en los Alpes cuando lo sorprendió una brisa suave que salía de un pequeño agujero. Así, a causa de una casi imperceptible corriente de aire descubrió la caverna con las pinturas rupestres más antiguas conocidas hasta la actualidad. Ese hueco en la montaña había permanecido herméticamente cerrado por miles y miles de años. Desde su descubrimiento solo un reducidísimo grupo de científicos tenía acceso a sus maravillas.

Werner Herzog buscaba sueños que filmar cuando se enteró de la existencia de la Cueva de Chauvet por un artículo en la revista New York Times. Buscaba sueños que filmar porque eso hacen los Directores como Herzog. Herzog tuvo su brisa de papeles dando la vuelta.

La cosa es que el Director solicitó un permiso al gobierno francés para filmar el hueco en la montaña. El hueco y sus maravillas. El gobierno francés se lo otorgó con algunas restricciones: contaría con solo cinco días de acceso a la cueva, pudiendo permanecer en su interior solo cuatro personas hasta cinco horas por jornada, no podrían utilizar luces, ni tocar las paredes, ni nada que encontraran y solo podían caminar por un pequeño andamiaje montado por los científicos.

Herzog cobró solo un euro de honorarios y cedió todos los derechos de su película al gobierno francés y después hizo magia. Pero, para ser justa, si hizo magia fue porque 30.000 años antes otros señores habían hecho magia adentro de la cueva.

Y yo lloré todo el tiempo a causa de una emoción que no se muy bien de dónde venía. Los caballos más hermosos, la voz de Herzog intentando explicar lo inexplicable, la locura de quién se pasa la vida buscando hallazgos que cambien la historia, la locura de encontrarlos. El impulso humano de dibujar, de hacer marcas, de representar lo que está ausente. El paso del tiempo que convierte lo pasado en Ciencia Ficción, en la fantasía más fantástica de todas.

Vayan corriendo. Experiméntenla. Después me cuentan.