jueves, 4 de noviembre de 2010

familia china

Cuando las tres chicas se acercan, el padre cierra el abanico de sus
sentimientos, de golpe. Tiene miedo el padre chino de que el calor de sus
hijas desplanche las rayitas de su alma, plisadas con suma paciencia por sus
antepasados.
...El miedo le hace pitar de una boquilla elongada hasta el límite. Chupa
del pico el hombre, y de su boca evaporada por el humo se desprenden
pensamientos finitos como el perfil de un pez raya.
...Es el opio de los pueblos con que carga su boquilla el que lo hace
descifrar sus pensamientos en voz alta. "Esas tintoreras -dice de sus hijas-
calientan la pava y después yo salgo hecho una planicie. Qué saben ellas,
tan chiquitas, del trabajo que costó a mis antepasados imitar el oscuro
abanico de las olas, escama por escama, durante milenios, hasta hacer de mi
alma este biombo musical que sólo los hombres chinos saben desplegar con
dignidad".
...Al escucharlo, la más china de las tres chicas desenrolla el caracol de
su rodete en señal de rebelión. Cae ondulado el bandoneón de su pelo, y el
padre recuerda el golpe, seco, de una sombrilla al cerrarse.

Del libro de poesía "La familia china" de Maria del Carmen Colombo

(Una vez más gracias R. por existir y compartir cosas como esta)

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