martes, 2 de noviembre de 2010

superchino

Habitualmente no tengo faltas de ortografia.
No digo que sea un mérito. Es simplemente algo que me pasa.
Sin embargo hay unas pocas palabras que siempre, indefectiblemente, me traen problemas. Lo verdaderamente insólito es que son siempre las mismas, como si hubiera algo ahi imposible de aprender. Ellas y mis dudas retornan, una y otra vez en un circuito eterno de repetición.
Trasporte o transporte.
Halla o haya.
Ceño o seño.
Y alguna otra.
Pero hay una que verdaderamente me enloquece: inauguración. Con ella no hay manera.

....

Al lado de casa, al lado al lado, está a punto de inaugurar un nuevo supermercado chino. Ayer me topé con esto:



E inmediatamente me acordé de una frase repetida de mi viejo. Tengo que decir que él tiene una especial sensibilidad por los chinos que ponen supermercados en Buenos Aires, sensibilidad que expresa con palabras y que sostiene con verdaderos actos (podria documentarlo, hay incontables anécdotas al respecto) Entonces, cuando alguien se atreve en su presencia a burlarse de los chinos supermercadistas suele decir:

"Ah! Ya te quiero ver a vos gerenciando un supermercado en Beijing!"


Por mi parte, si tuviera que abrir un super en Buenos Aires tendria problemas con la palabra inauguración. En China quizás me sea más fácil. Aunque sinceramente, lo dudo.

8 comentarios:

  1. La falta de acentos en las ies no se debe a un error ortografico, sino a una debilidad grave de mi teclado

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  2. Por nombrar una, la vez que papá le tomó a la señora china del supermercado de enfrente de casa el pedido de otra señora no china por teléfono, que la señora china no entendía.
    la paalabra INAGUNACION es magnífica, por lejos mejor que la otra que ni me acuerdo ya cómo se escribe.

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  3. yo tampoco las tengo. nunca. salvo con perejil o peregil. no hay caso...
    muy bueno el blog!

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  4. creo que con la palabra peregil pasa lo mismo que con inagunación: la palabra mal escrita es superadora de la bien escrita

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  5. Todavía me hace reir recordar cuando mi queridísimo sr. esposo me preguntó muy seriamente mientras escribía un impecable artículo psicoanalítico si "opinión" iba con "Ñ". De ahí en más sus "opigñones" suenan así y su acento (exagerado e imposible de reproducir en este post) no dejan de despertarnos siempre la misma risa. Esa, querida amiga es mi umilde opigñon de las faltas de ortografía. Fijese ud. lo umilde que será que ni hache tiene... palabra que para hacer honor a su significado debería a mi criterio desprenderse de la hache para siempre!!

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  6. Lamentablemente, las dudas que tenía con algunas (pocas) palabras, me fueron arrancadas gracias a la omnipresencia ortográfica y gramatical de mi madre, quien jamás se privó de corregir mis faltas recitándome las reglas que las justificaban. De ellas, mi prefe es: "Hecho de hacer, hacemos la hache, echo de echar, echamos la hache".
    Y el cartel oriental es muy tierno, no sólo por la redacción del término en cuestión, sino también porque con "Almacén de barrio Bienvenidos!" parecen darse la bienvenida a sí mismos.

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  7. en mi umilde opiñon, ojala que a los chinos no los heche nadie, que sean eternos bien venidos, que se multipliquen las inagunaciones de sus negocios y que vendan peregil que de tan verde nos trasporte a lugares inpensados, que el peregil amarillo me hace fruncir el seño.
    Y finalmente que entre lo hayado de casualidad y lo echo por nuestras propias manos, todos nosotros -chinos o porteños- seamos algo mas felices en nuestros supermercados!!

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  8. lo que me mata de amor de "almacén de barrio" es la intención oriental de recordarnos la gracia telúrica de los almacenes de antaño...

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